Primero se debe tener los implementos necesarios para realizar la labor, a modo general si se habla de un recinto de 4x4, es decir como un dormitorio, se debe contar con la pintura, previo conocimiento del color que se quiere colocar, tener en cuenta el tipo de pintura, que en este caso lo más apropiado es la pintura al agua (esto significa que el pigmento le da el color y el agua es el fluido de conducción). Se debe tener una brocha, para dar terminaciones en las esquinas y bordes, una buena es la de 2 pulgadas, un rodillo de lana o esponja dependiendo el presupuesto (el de lana dura más), un tacho o tarro, en donde se hará la mezcla de la pintura con el agua (un galón de pintura rinde aproximadamente 16 metros cuadrados), espátulas en el caso de tener la pintura antigua suelta o en malas condiciones, masilla y lijas al agua.

Se debe comenzar preparando el lugar para poder pintarlo, esto es raspando y descascarando la pintura antigua con la espátula, no se tiene que forzar a sacar la pintura antigua, ya que hay partes que están muy adheridas a la pared y es casi imposible dejar la pared completamente sin la pintura anterior. Previo a la realización de este trabajo, se debe ver la materialidad del piso, para no tener problemas en limpiarlo posteriormente, es decir que si es de baldosas, no habrá problemas en trabajar y posteriormente barrer, pero si esta alfombrado, es mejor cubrir el piso con papel (de diario es lo más común) o algún otro tipo de cubierta, que evite realizar posteriormente un trabajo de limpieza exhaustiva.

Con la pared ya descascarada, se verifica si hay algún tipo de problemas como hongos o termitas en el caso de paredes de madera y se les realiza un tratamiento de limpieza o aplicación de algún producto químico. En las partes en donde se descascaró la pintura antigua, se debe nivelar con la pintura que quedó, ya que al pintar con la pintura nueva encima, se podrán producir ciertos “manchones” que disminuirán la estética buscada, para esto se le debe colocar masilla, esto se hace con espátula y se debe ir realizando al ras del nivel de pared, se espera un tiempo prudente después de esta labor, 12 horas por lo general, para que se seque y se procede a pasar lija para emparejar.

Una vez que ya está lijada la pared, se limpia, se prepara la pintura y se procede a pintar (obvio que se hizo una preparación previa para evitar manchas en el piso), en primera instancia se usa el rodillo, este se debe mojar bien en el tacho de pintura, se le saca el excedente por el borde del tacho, para que no chorree y rápidamente se hacen tres pasadas verticales a brazo extendido y en forma horizontal se va emparejando la pintura hasta dar uniformidad en el color, evitar siempre que el rodillo se encuentre muy seco, este primer rectángulo o cuadrado de pintura que ya se ve en la pared, será llamado “paño”, ahora se realiza el mismo procedimiento para hacer el siguiente paño que debe ir inmediatamente al lado del anterior, hasta terminar con la pared completa, las esquinas de las paredes, y las uniones entre pared-piso y pared-cielo, se deben pintar con brocha en forma cuidadosa, realizando un buen “corte” que significa que no me voy a pasar con la pintura hacia el otro lado. Se realiza lo mismo con todas las paredes (si se tiene que pintar el cielo, es bueno comenzar por el mismo antes de pintar las paredes). Una vez hecho esto se dirá que nuestro recinto ya tiene “una mano de pintura”, por lo general si el color anterior es distinto al color que se está usando ahora, entonces la primera mano no se verá muy bien y habrán manchas que son comunes debido al secado de la pintura, para esto es necesario otra mano de pintura, ya que esta definirá un color parejo que es lo que se está buscando.